Existen cerca de 1,2 billones de cabezas de ganado en el mundo, Brasil uno de nuestros vecinos fronterizos abarca cerca de 219 millones de cabezas de ganado (USDA, 2017), de todo eso cerca del 90% de ese rebaño es criado de forma extensiva y extractivista. (Anualpec, 2016). Dentro de estos índices, la tasa de disfrute de Estados Unidos es del 40% (92 millones de cabezas) mientras que Brasil posee una tasa de disfrute de 19,2% (Scot consultoría, 2017).
Lo que los datos nos muestran es que aun en sud américa, nuestros principales vecinos no son eficientes en cuanto a costos de producción, flujo de caja y obviamente la rentabilidad de la pecuaria viene disminuyendo año tras año.
Por otro lado, el costo de producción se viene incrementando a cada año. Por todas estas razones, se vuelve de suma importancia que el productor pecuario sea cada año más eficiente y eficaz en la producción de carne bovina.
Cuando revisamos los datos, la diferencia entre una cría estandarizada contra una cría de alta tecnología, es fácil darse cuenta que la producción de kg por hectárea al año es 3 veces mayor. Dentro de las características de estas propiedades, se encuentra la aplicación de tecnologías como la IATF (Inseminación a Tiempo Fijo), pero tan solo el 10% del rebaño nacional aplica esta tecnología, siendo que la gran mayoría del rebaño lechero (por ejemplo) aun aplica la técnica de inseminación a celo visto, la cual tiene enormes desventajas o peor aún, utiliza solo toros para depender de ellos y su genética constante en un mercado de gran dinamismo y alta exigencia de mercado.
Ante toda esta información, muchas veces escuchamos decir, que el problema es que cuesta caro un ternero logrado con IATF mientras que un ternero de toro es mas barato. Esto normalmente ocurre porque se hacen cuentas erradas, obteniendo el precio del toro a la compra (2.000$ por ejemplo) y dividiendo este precio de compra por los años de servicio y la cantidad de crías que deja. Sin embargo, se olvidan de agregar el costo de pastoreo anual, el costo sanitario anual, el costo nutricional por suplementación anual, precio del torillo hijo de toro a la venta, peso del torillo hijo de toro al destete, amortización y otras evaluaciones económicas importantes. Al final tomando en cuenta todos estos factores económicos, queda más económica preñar una vaca por IATF y sin contar el hecho de que con cada inseminación se alcanza un mayor nivel genético, una diferencia de 16 a 36 kg más por ternero destetado fruto de IATF comparado con terneros hijos de monta natural y se acelera la precocidad de los vientres que son el futuro productivo de los kg por hectárea producidos.
Resumiendo, el costo total de una vaca entorada al año es de 44,05 $ al año cuando se tiene un toro por cada 20 vacas, además realizando IATF se obtiene al final de la estación de servicio hasta 8,2% más de preñez, pero con al menos 50% de terneros de cabecera, con mayor peso al destete y mayor eficiencia de conversión alimenticia. Por otro lado el costo de una vaca servida por IATF oscila entre 22 y 35 $.
A continuación presentamos los resultados de un estudio realizado por el Instituto de Reproducción Animal (IRAC, 2018). Para este estudio se utilizaron datos de 1935 pariciones de vacas Angus y se compararon datos de las crías obtenidas por monta natural versus las crías obtenidas por IATF. Estos fueron los resultados:
- Peso al destete (kg):
- Terneros IATF = 203 kg
- Terneros de monta natural = 169 kg
- Diferencia = +34,6 kg en los terneros de IATF.
- Costo Total del ternero (kg):
- Ternero de IATF = 15 kg / 22,6$
- Ternero de monta natural = 29,2 kg / 44,05$
- Diferencia = -14,2$ / -21,4$ en los terneros de IATF
- Diferencia total de kg producidos con 200 vacas
- Con IATF =37.326 kg producidos
- Con monta natural = 32.806 kg producidos
- Diferencia = +4.520 kg con IATF
- Retorno económico alcanzado con 200 vientres con IATF
- Costo total = 3.000 kg
- Retorno = 4.500 kg
- Ingreso Neto = 1.520 kg (por cada 200 vacas)
En otro trabajo, realizado por la Asociación Argentina de Economía Agraría, en 2018 se concluyó que, la aplicación de la IATF, genera un efecto reproductivo que se traduce en un
impacto económico de importancia, en la medida en que mejore la concentración de la
preñez total, incrementando la preñez “cabeza” (y por lo tanto el peso al destete). Este
efecto se amplifica en la medida en que también mejore la preñez (efecto reproductivo
cuantitativo) y se multiplica si también, por efecto genético, aumenta el Peso al Destete. El
Margen Bruto adicional que se obtiene al pasar de servicio natural a la situación final
equivale al valor de 26 kg de ternero más por vientre o 28 terneros adicionales de 185 kg en
un rodeo de 200 vientres.
Para finalizar, los datos científicos han demostrado que independientemente de la raza que se críe, la cantidad de animales que se usen como vientres o la ubicación geográfica en que se realice la explotación ganadera, al final la IATF no solamente es más rentable económicamente, sino que además aumenta la producción y por ende termina incrementando los ingresos. Por tanto, para responder a la interrogante planteada en el título de esta publicación, sí es rentable en nuestros tiempos hacer IATF en la ganadería actual.